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"La persona religiosa (espiritual) tiene que explorar de todas las maneras posibles, tiene que experimentar la vida en todos sus sabores: dulce y amargo, bueno y malo. La persona verdaderamente religiosa será muy experimentadora. Experimentará con la música, experimentará con el baile, experimentará con la poesía, con la pintura, con la escultura, con la arquitectura... La persona religiosa irá experimentando con todo, con lo que esté a su alcance; será un niño que lo explora todo. Y ese explorar hace que 'tu' vida interna se enriquezca."
(Osho)