.
"-Yo mendigo amor, señor.
-Yo no mendigo -respondió el rey-. Yo compro el amor. Y no se me da mal.
-No tengo monedas, señor, y no soy muy agraciado.
-Yo tampoco soy agraciado, pero resulto atractivo para las mujeres.
-A mí me huyen, señor.
-A mí me vienen como moscas a la miel.
-Prueba a tener dinero -propuso el rey-. Así cambiará tu suerte.
-¿Así me amarán las mujeres?
-No. Pero resultarás más atractivo... y vendrán.
-Pero yo mendigo amor, señor.
-No es este tiempo para los mendigos de amor; hoy todo se compra y se vende.
-Prueba. Hazte rico. Y tendrás amor.
-Creo señor que busco otro tipo de amor. El mío no se compra con dinero.
-Mal vas, joven.
-Tal vez -repuso el mendigo."
(Braddha Bala)