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"El camino del crecimiento no es el camino de la dureza.
Muchas sendas conducen a muchas partes pero una sóla saca del laberinto.
El río lleva, el río empuja, el agua arrastra, pero la ruta del sabio es contracorriente.
Las nubes se desplazan mansas y tienen sin embargo a la tierra a sus pies.
El sabio no actúa pero lo hace todo.
Los niños todavía no han perdido el brillo, el instinto que los lleva a salir del laberinto.
Los adultos, por contra, se vuelven rocas, pesadas rocas que a la postre caen por la falda de una montaña.
Y el observador lo ve todo, con mirada de niño y mente sabia."
(Braddha Bala)