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"Quien 'conmigo' no 'recoge' (no 'trabaja' 'su' interior)..., 'desparrama' ('desperdicia' el tiempo de la preciada vida)."
Esto 'decía' Jesús de Nazaret. Él lo 'sabía'. 'Era' un ser despierto y por eso 'decía' lo que 'decía' y con esas palabras que resultaron ser tan mal entendidas cuando uno 'habla' desde el hemisferio de la realización y el corazón y el auditorio 'escucha' e 'interpreta' (incluso los autores de los Evangelios) desde el hemisferio de la mente, del raciocinio.
"Quién no 'recoge' 'conmigo'..., 'desparrama'", 'desperdicia', e 'impide' a la vez que otros 'puedan' recoger.
Un amigo 'dijo' en una ocasión que por todo se paga un precio en esta vida. 'Tienes' la seguridad del mundo, un puesto de trabajo cómodo... y 'pagas' el precio de no 'enterarte' de lo que va en realidad la existencia (porque para enterarse es necesaria cierta valentía, cierta confianza, cierto atrevimiento).
Según la mente, la vida va de tener dinero y seguridad para funcionar en un mundo o sistema donde el dinero parece comprarlo todo, hasta la misma realización.
No sucede así en realidad. Hay cosas que no se pueden comprar, y como 'decía' también Jesús de Nazaret "No se puede servir a dos señores ('Dios' y el dinero o mundo)". Lo que 'sigas' es lo que 'tendrás'. 'Sigue' al mundo. No 'pienses'. 'Sé' como la mayoría, y pasará de largo para 'ti' todo un universo de posibilidades y experiencias que solo 'puede' experimentar el que 'se' 'atreve' a no ser como el resto y 'se' 'inclina' para oler flores o, simplemente, para recuperar una esencia olvidada."
(Braddha Bala)
(Fuente imagen: Tatiana Ulyanova FB)