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"Quizá no hubiera tenido importancia si no se la hubiera dado, si como hasta ese día me hubiera mantenido al margen, mirando hacia afuera con una sonrisa amplia que me llenaba la cara. Pero ese día no estaba de ánimo o humor para seguir como siempre, para plantarme en el rostro lo primero del día esa expresión estereotipada que era puro maquillaje en realidad.
Ese día fui valiente, lo suficientemente valiente como para mirarme sin maquillaje en el espejo, como para verme sin caretas.
En realidad, cuando haces esto, te quedas bien solo, porque mucha, mucha, mucha gente, vive pegada a caretas, a maquillajes (aunque no lo sepa, aunque no sea consciente de ello), y se relaciona tan solo con los que también van disfrazados, maquillados, ocultos tras una careta o papel más o menos aceptados desde el nacimiento y a través de la educación recibida.
Ese día tuve el suficiente coraje como para no ponerme la máscara, como para no seguir participando como siempre de la diaria comedia.
¡Qué solo te quedas entonces en un primer momento!... ¡Pero qué alivio también!
Ese fue el día de mi verdadero nacimiento, ese, en el que me miré en el espejo sin maquillaje por vez primera."
(Braddha Bala)
(Fuente imagen: Lidia Slavkina FB)