"...la meditación y la muerte son dos experiencias muy parecidas. Con la muerte desaparece el ego, y solo queda tu presencia pura. Lo mismo ocurre con la meditación; desaparece el ego y solo queda la presencia del hecho de ser, de tu ser. El parecido es tan grande que la gente, del mismo modo que tiene miedo a morir, también tiene miedo a meditar. Por otro lado, si no te da miedo la meditación, tampoco te dará miedo la muerte.
La meditación te prepara para la muerte.
Solo nos educan para vivir, pero es una educación a medias, y la otra mitad -que es mucho más importante, y es la culminación de la vida- es algo de lo que carecen todos los sistemas educativos que ha habido y hay ahora mismo.
La meditación te prepara para la otra mitad; te ayuda a conocer la muerte sin que sea necesario morir. Una vez que has conocido la muerte sin tener que morir, desaparecerá para siempre el miedo a la muerte. Incluso cuando llegue el momento, te quedarás observando en silencio, sabiendo, a ciencia cierta, que no podrá dejar ni un pequeño arañazo en tu ser. Se llevará tu cuerpo y tu mente, pero no a ti.
Tú formas parte de la vida inmortal".
(Osho, Una nueva arca de Noé)
(Fuente: Pilar Lea FB)