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"No quería molestar al maestro con las preocupaciones que andaban rondando por la cabeza, con extrañas dudas. Había llegado a la ciudad del valle un adorado gurú, y colas y colas de gente acudían para postrarse ante él y recibir una caricia o un abrazo o unas palabras o un regalo de flores.
No quería comentarle esta duda al maestro, no, esta confusión en la cabeza. El otro maestro, el que estaba en la ciudad, iba acompañado por una cohorte de sannyasines vestidos de limpio naranja y el día era bello y todo parecía estar rodeado de música, de buen rollo entre la gente congregada. Parecía una especie de paraíso tal como lo describían.
No, no le diría nada al gurú. Quizá respondiese "Ve... y prueba", con esa mirada calma de siempre y con esa mínima sonrisilla que le caracteriza.
No. Algo 'me' dice que no. Algo desde bien dentro 'me' dice que no, que no es tan fácil y que los oropeles engañan siempre, y que las monedas que acaban llevándose el gurú visitante y sus sannyasines es el verdadero 'dios' al que sirven.
Algo 'me' dice que no; algo muy hondo y bello; como una voz cálida."
(Braddha Bala)