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"-Mi médico se ha empeñado en que venga a verlo -le dijo un paciente al psiquiatra-. Sabe Dios por qué. Estoy felizmente casado, tengo un trabajo seguro, un montón de amigos, no tengo ninguna preocupación...
-Ya -replicó el psiquiatra, mientras cogía su cuaderno de notas-. ¿Y cuánto tiempo lleva así?"
(Osho)