"La tristeza da profundidad. La felicidad da altura. La tristeza da raíces. La felicidad da ramas. La felicidad es como un árbol dentro del cielo, y la tristeza es como las raíces yendo hacia las entrañas de la tierra. Ambas son necesarias, y cuanto más alto es un árbol, más profundo va, simultáneamente."
(Osho)