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DHARMA
 es rectitud, es la ley del crecimiento interior y la base de las 
acciones humanas y se armoniza con la evolución espiritual del hombre. 
Por lo tanto, siguiendo el dharma, se obtiene éxito en toda acción; 
negándolo, uno 'atrae' hacia sí la confusión en la vida y 'retarda' la hora 
del progreso espiritual. Dharma no es una suerte de deber impuesto desde
 afuera, sino un sentido de rectitud, integridad y honor con los cuales 
uno 'nace' como resultado de pasadas acciones. Así, cada hombre 'tiene' 'su' 
propio dharma, el cual 'le' hace reaccionar de un modo determinado ante el
 mundo exterior. 'Su' educación y el ambiente en que 'se' desarrolle pueden 'darle' a esta forma de vida básica solamente una cubierta exterior. Al 
cumplir 'su' dharma, el hombre 'progresa' espiritualmente hasta obtener el 
dharma supremo de todos los seres que es la realización de la Verdad.
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ARTHA,
 o riquezas materiales, es el objetivo de una aspiración natural en 
cierta etapa de la vida humana; es, para una gran mayoría, una forma de 
autoexpresión del 'yo' y un importante medio para establecer relaciones 
entre grupos humanos. Pero toda riqueza material debe ser adquirida de 
acuerdo al dharma; esto es, rectamente. De otro modo, en vez de servir a
 un propósito espiritual, agravará en 'nosotros' la codicia y el deseo de 
poder, siendo por último, causa de miseria.

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KAMA, es la realización 
de los deseos sensuales y estéticos. El deseo de placeres sensuales, se 
halla presente en muchas personas sensitivas, para quienes el gozo de la
 riqueza aparece como demasiado grosero e inadecuado. Sin embargo kama 
también debe estar guiada por dharma; de otro modo, puede degenerar en 
voluptuosidad.
 
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MOKSHA. Los tres primeros ideales o formas de vida pertenecen al mundo material, y la felicidad derivada de ellos es, por lo tanto, efímera e ilusoria. El ideal de la Liberación sólo puede realizarse en el reino del espíritu, y la bienaventuranza que le sigue es imperecedera. Así pues, la realización de moksha o liberación es la piedra angular de la vida humana; ya que la persecución de la rectitud, de la riqueza y de las satisfacciones estéticas son meras ilusiones. La satisfacción derivada de dharma, artha, y kama no es ni profunda ni durable. Deja en el alma una sed que sólo puede colmarla la obtención de moksha o Liberación.
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