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"Qué persistente es tu anhelo por permanecer ignorante, cerrado. Te aferras a él como al que le va la vida en ello.
Claro está, que casi todo ayuda alrededor en tal sentido: el orden de cosas imperante, la cultura de siglos, las enseñanzas que se difunden, la propia inercia ambiental...
Piensas que para cambiar un poco, habrían de cambiar muchas cosas, y te entra algo parecido al pánico, como un oscuro temblor; golpearías quizá por escapar de tal sensación, por tal puerta desconocida que se te presenta ante los ojos; y así, mono tras mono de miedo hacia lo desconocido o distinto te ha llevado a la actual situación, donde eres como una pieza más en un engranaje bastante absurdo (a poco que lo analizas con sensatez).
Seguir huyendo de ti mismo, parece estar bien, es lo correcto y admitido, lo común; pretender mirarte en lo interno, aunque solo sea de reojo, da un vago resquemor.
Qué lejos estás, amigo, por esto mismo, de la verdadera paz; cuánta roña acumulada; cuánta cultura vacía y sin escrúpulos adoctrinando abiertamente.
Qué lejos, amigo."
(Braddha Bala)
(Fuente imagen: que.es)
