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"Te lo he dicho mil veces, no es una cuestión de lucha, de combate, de guerra. No.
Aquí hay que vencer sin armas, con otro tipo de poder.
Míralas, cientos de personas esta mañana en el paseo, vestidas de invierno, con el tono serio del gris oscuro y el negro. Míralas, actuando mayoritariamente bajo un mismo patrón, el dado, el machacado de cien maneras en sus cabezas desde pequeños. Ahora, en este día, es casi imposible volver atrás, a la pura edad infantil, para reeducar la sesera. Ahora está demasiado colmada, demasiado plena de ego, de mundo, de racionalidad... Está demasiado cerrada y rechazaría algo distinto a lo más aceptado, a la rutina que reina soberana en el día a día.
Ahora es un poco tarde, amigo, sí. Es casi imposible llenar un vaso repleto con tanta solidez, con tanto mundo hecho, acabado, rematado con hormigón armado. Sí.
Se volverían contra ti si vinieras a ofertarles otra cosa, otro modo, otra vía, otra posibilidad, otro contenido, si vinieras simplemente a abrirles los ojos sobre la lógica sin lógica en la que, de hecho, se están moviendo.
Míralos. Solo míralos, pero no actúes. Muévete entre ellos como el pez se mueve en el agua, como uno más de ellos, desapercibido. En realidad (y es un secreto), aunque ellos lo ignoren, son por el momento simple agua, agua fangosa no obstante, agua colmando un vaso hasta el día que empiecen a vaciarlo y puedan entonces dejar sitio para ir rellenándolo poco a poco de lo que en verdad son: pura conciencia buscándose a sí misma en esta gran oportunidad de estar vivos y poder ser conscientes."
(Braddha Bala)
(Fuente imagen: commons.wikimedia.org)