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"Cuando le dices a una mujer o a un hombre "te amo", le estás diciendo simplemente: "Tu cuerpo no me puede decepcionar; ya te he visto. Puede que tu cuerpo envejezca, pero ya te he visto, he visto tu yo incorpóreo. He visto tu más profundo ser, tu esencia divina". El gustarse es algo superficial. El amor penetra y llega hasta lo más hondo de la persona, toca la verdadera alma de la persona.
No existe ningún amor habitual. El amor no puede ser habitual; si lo es, no es amor. Llamar habitual al amor supone no haber entendido nada del fenómeno del amor. Ésa es la diferencia entre gustar y amar: el gustar es material; el amor es espiritual."
(Osho)