"No pinto cosas raras. No cometo estupideces. Antes lo hacía, pero me cansé. Tampoco lucho contra montañas, fluyo por ellas como agua o las acaricio meramente.
No cometo la torpeza de andar con los ojos cerrados, ni con la mente cerrada, ni ausente del corazón, de lo que late por dentro.
Intento ser consciente, en cada momento, en cada acción, a toda hora.
Dicen que hago cosas raras, pero lo único que hago en todo caso es pararme ante un camino antes de andar por él y escuchar a mi voz interior, a mi maestro interno, para que hable desde su sabiduría ancestral.
No soy raro, ni pinto cosas raras. Observo y hablo al alma, a lo vivo del ser. Mas, en una sociedad tan mutilada, el ser parece casi no existir, ni tampoco la sensibilidad, ni tampoco la vida misma en suma.
Me dicen distinto por ser normal, mientras que a los que huyen, a los que funcionan cual autómatas en su día a día, se les considera el paradigma de lo que hay que ser.
No pinto cosas raras, ni ando del revés; más bien es este mundo el que ha perdido el norte y tiene la cabeza en los pies y los pies en la cabeza."
(Braddha Bala)
(Fuente imagen: Stephen Von Mason FB)