"Aún recuerdo aquella fecha, la tengo bien presente en la cabeza, clara como la luz, rutilante en el amplio cielo, esplendorosa en el destino.
Era un día cualquiera para el común de los mortales, con sus rutinas, con su ir y venir, con sus horarios, con su repetición...
Ese día, justo ese día, dije no a repetir, a aceptar a pie juntillas, a sonreír por norma, por dictado, a fluir en la corriente sin que este acto de fluir saliese previamente del consenso del buen juicio, de la sensata inteligencia.
Ese día dije no a muchas cosas: a las aparentes facilidades, al plato de sopa garantizado mientras no te salgas de los límites prescritos... ¡A tantas cosas!
Ese día, lo juro, respiré por primera vez verdadero aire. Sabía distinto, lo juro también.
Ese día sonreí sin sonrisa estereotipada, oficial, sin gesto aprendido, sin movimientos 'lógicos', ensayados.
El día que tomé las des-armas y me negué a aprender a matar a otros seres, fue el inicio de la buena vía, lo juro también."
(Braddha Bala)
(Fuente imagen: spanish.peopledaily.cn)