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"Por
eso 'dijo' Jesús (de Nazaret): No 'penséis' en el mañana. 'Mirad' los
lirios del campo: ellos no 'acumulan', no 'piensan', no 'están'
preocupados por el futuro. 'Florecen' aquí y ahora. 'Fijaos' en el
florecer de los lirios, el mañana se ocupará de sí mismo. Solo 'tenéis'
que estar aquí y ahora. Este momento es suficiente, no 'pidáis' nada
más.
Ese
es el auténtico sabio, el que vive en el momento, para quien este
instante es suficiente. Está colmado. Para él no existe cielo, él es el
cielo. Para él no hay Dios, él se ha convertido en divino. Todo
esto es muy difícil, porque lo que 'estoy' diciendo va en contra de
muchos siglos de enseñanzas y envenenamiento. 'Comed' cuando 'tengáis'
hambre, y 'convertid' ese momento en una celebración. ¡'Festejadlo'!
Porque, quién sabe, puede que la próxima vez ya no 'estéis' aquí. El
hambre puede no estar ahí, ni ese hermoso pan. La sed puede que no esté
ahí, ni este río. ¡'Bebéroslo'! 'Concentraos' hasta tal punto que el
tiempo se detenga. Porque el tiempo no se mueve, es 'vuestra' mente la
que lo hace. Si 'permanecéis' en este momento, totalmente concentrados,
disfrutando de él con todo 'vuestro' ser, entonces el tiempo se detiene.
No hay movimiento de tiempo, no hay horizonte ni necesidad de ir tras
él. Pero todo el mundo 'tiene' prisa por alcanzarlo."
(Osho)