"No me sé. No me encuentro. No sé dónde estoy ni si, realmente, existo.
Me busco sin saber entre la nada de un bosque, entre sus enredos, entre sus pinchos, entre sus miedos.
Navego en un cuerpo pasajero. Ando identificada con él. Perdón, pero aquí es lo normal. "Eres lo que ves en el espejo", me enseñaron ya desde bien pequeña.
No me sé, ¡hostia! No me sé para nada, y encima este cuerpo, que es como una prisión a la que debo cuidar y alimentar. Debo parecer bonita aquí, porque sino, representa que soy bien poco.
Cada día brego en el bosque, entre piropos, reproches y pintura en los ojos y los labios. Debo cuidar mi imagen, mi estatus, lo que creo ser.
Alguien dijo en una ocasión que marchamos por la vida con el reloj acelerado y que por eso no nos encontramos, ni encontramos la paz, y que bastaría con desacelerar un poco el ritmo y retornar a otro tempo, al de las cosas simples que me rodean y a las que, por prisas, no me paro a atender.
No me sé. No me entiendo. Vivo en una especie de prisión corporal."
(Braddha Bala)
(Fuente imagen: Shae De Tar. See Me FB)