Hoy en día que
han surgido tantos pseudoyogas o "yogas" desnaturalizados y que nada
tienen que ver con el verdadero hatha-yoga y que se han convertido en un
neurótico culto al cuerpo y al ego, es neceseario, más que nunca,
esclarecer el tema. Ante todo resaltar que el hatha-yoga nunca es
competitivo, ni siquiera con uno mismo, y que mediante sus elaboradas y
solventes técnicas se trata de trabajar conscientemente sobre le cuerpo
para armonizar las energías y otorgarle estabilidad y calma a la mente.
En este sentido juegan un papel muy destacado las posturas ejecutadas en
tres fases: hacer, mantener y deshacer. La fase estática de las
posiciones (asanas) es verdaderamente esencial para que se pueda ejercer
esa triple y benéfica acción: cuerpo-energías-mente. Cuando 'yo' comencé
con la práctica del hatha-yoga a los quince años de edad, todos los
métodos que se enseñaban eran insistiendo en la detención de las
posiciones, algunas a lo largo de cuatro minutos (paschimottanasana,
por ejemplo) y otras incluso a lo largo de diez minutos o más
(sarvangasana, viparita-karani, por ejemplo). Mediante la detención
consciente del esquema corporal se va consiguiendo interiorizar la
mente, vivir la postura desde lo más hondo de uno, intensificar la
consciencia y, sobre todo, desautomatizar y penetrar en estados
especiales de la mente, pudiendo ir más allá de la mecanicidad mental y
cultivar así la atención mental pura y la perceptividad profunda. En la
medida en que se estabiliza el cuerpo se van evitando las fluctuaciones
mentales y se desencadena otro tipo de consciencia de sí. Se cumple el
antiguo adagio de "por la conquista del cuerpo a la conquista de la
mente" o aquel otro de "el hatha-yoga es una escalera para llegar al
radja-yoga". Durante los primeros viajes que 'tuve' ocasión de realizar a
la India (y ya van noventa y nueve), todos los mentores de hatha-yoga a
los que 'entrevisté' o de los que 'recibí' clases 'insistían' en la necesidad
de que la realización de los asanas contara con la fase estática. El
practicante, de acuerdo a 'su' capacidad, 'va' aumentando el tiempo de
detención gradualmente. La detención 'nos' permite por un lado
intensificar los masajes y estiramientos, la acción sostenida sobre las
glándulas y los plexos nerviosos, pero además, por otro, 'nos' ayuda a 'sumergirnos' en 'nosotros mismos', inhibir los pensamientos mecánicos y 'radicarnos' en el "observador" atento y ecuánime. El trabajo consciente
sobre el cuerpo cumple así todo su cometido. Incluso las personas que 'practican' modalidades de yoga dinámico, 'deberían' también trabajar en
otras sesiones con las fase estática de los asanas y 'se' percatarían del
gran poder que tienen las posiciones incorporando la fase estática. Al 'establecernos' en posiciones que no son las habituales y mantenerlas,
éstas mismas cooperan de manera muy eficiente en la desautomatización y
en el acrecentamiento de la consciencia.
Hay miles de posiciones en el hatha-yoga, pero 'he' seleccionado para las personas que 'visitan' este facebook, magistralmente 'llevado' por Liliana Riesco, una tabla con algunas de las posiciones más básicas. Unas y otras posturas se complementan entre sí y abordan todo el cuerpo, movilizando la espina dorsal en todas las direcciones para mantenerla joven, elástica y resistente. 'Hemos' seleccionado asanas de diferentes grupos. Como media general (luego paulatinamente se puede ir aumentando el tiempo de mantenimiento) las posturas del grupo de flexión hacia detrás pueden mantenerse de cuarenta y cinco segundos a un minuto y hacerse dos o tres veces (la cobra, masaje renal y el saltamontes); las de torsión pueden sostenerse de un minuto en adelante y ejecutarse una vez o dos veces por cada lado; las posturas de flexión hacia delante (la pinza) pueden mantenerse de un minuto en adelante y practicarse dos o tres veces; las posturas de inversión (la vela) pueden sostenerse de dos minutos en adelante y hacerse una vez.
La tabla que 'ofrecemos', cuyas posiciones 'han' sido ilustradas por Liliana Riesco, se puede realizar en el siguiente orden:
- Postura de la pinza.
- Postura de la cobra.
- Postura de masaje renal.
- Postura del saltamontes.
- Postura de la torsión.
- Postura de la vela.
Se debe complementar el programa con algún ejercicio de respiración y unos minutos de relajación profunda. En todo momento la mente tiene que estar muy atenta e integrada en el cuerpo y debe evitarse cualquier esfuerzo excesivo tanto al hacer la posición como al mantenerla. Lo ideal es una respiración tranquila por la nariz. Entre postura y postura se puede hacer una minipausa de relajación de unos veinte segundos.
Hay miles de posiciones en el hatha-yoga, pero 'he' seleccionado para las personas que 'visitan' este facebook, magistralmente 'llevado' por Liliana Riesco, una tabla con algunas de las posiciones más básicas. Unas y otras posturas se complementan entre sí y abordan todo el cuerpo, movilizando la espina dorsal en todas las direcciones para mantenerla joven, elástica y resistente. 'Hemos' seleccionado asanas de diferentes grupos. Como media general (luego paulatinamente se puede ir aumentando el tiempo de mantenimiento) las posturas del grupo de flexión hacia detrás pueden mantenerse de cuarenta y cinco segundos a un minuto y hacerse dos o tres veces (la cobra, masaje renal y el saltamontes); las de torsión pueden sostenerse de un minuto en adelante y ejecutarse una vez o dos veces por cada lado; las posturas de flexión hacia delante (la pinza) pueden mantenerse de un minuto en adelante y practicarse dos o tres veces; las posturas de inversión (la vela) pueden sostenerse de dos minutos en adelante y hacerse una vez.
La tabla que 'ofrecemos', cuyas posiciones 'han' sido ilustradas por Liliana Riesco, se puede realizar en el siguiente orden:
- Postura de la pinza.
- Postura de la cobra.
- Postura de masaje renal.
- Postura del saltamontes.
- Postura de la torsión.
- Postura de la vela.
Se debe complementar el programa con algún ejercicio de respiración y unos minutos de relajación profunda. En todo momento la mente tiene que estar muy atenta e integrada en el cuerpo y debe evitarse cualquier esfuerzo excesivo tanto al hacer la posición como al mantenerla. Lo ideal es una respiración tranquila por la nariz. Entre postura y postura se puede hacer una minipausa de relajación de unos veinte segundos.