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"'Parecemos' iguales..., pero 'nos' separan 'millones de años de evolución', miles de vidas de distancia.
Si 'nos' miraran en una rueda de reconocimiento policial, no 'hallarían' sustantivas diferencias; 'seríamos' todos humanos, unos al lado de los otros, y, sin embargo...
Encantador juego este de las reencarnaciones: sin saber por qué, 'tu' pieza no encaja con las del resto, con las generales, con las que abundan, y 'te' obstinas en pensar que sí, en que hay muchos otros embarcados en la misma tesitura.
Pero el juego de la reencarnación es así, mero juego, y lanza a aventureros solitarios con mayor consciencia entre un mundo de seres que 'parecen' dormir, dormitar, soñar... y que, a la vez, 'resultan' seres de cuidado, por la simple razón de que 'están' dormidos o adormilados y no 'saben' lo que hacen o 'pueden' llegar a hacer; 'pueden' matar jirafas en el sueño o a simples sabios que solo 'buscan' 'descubrirse' en este campo de aprendizajes que es en el fondo la vida.
Encantador juego, sí, el de las reencarnaciones, juego en el que 'despiertan' los seres y en el que 'se' pulen los sabios."
(Braddha Bala)
(Fuente imagen: socialescuartoesoandalucia.wikispaces.com)
