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"De entre todas las preguntas que nos repite la profesora de PNL a lo largo del curso, hay una que destaca entre las demás por su recursividad. Si la PNL va sobre todo de hacer preguntas, ésta se encuentra en el top ten. Y María dice:
"De entre todas las preguntas que nos repite la profesora de PNL a lo largo del curso, hay una que destaca entre las demás por su recursividad. Si la PNL va sobre todo de hacer preguntas, ésta se encuentra en el top ten. Y María dice:
¿Cuál es la diferencia que marca la diferencia?
Cuando uno se embarca en un camino, como pueda ser un camino de transformación personal, debe saber que se trata de un proceso sutil. Estamos operando sobre el ser, esa esencia de la que emana todo lo demás. Uno no coge la casa y la tira por la ventana. Uno no se pone patas arriba de la noche al día, sino que todo sigue aparentemente igual. Y digo aparentemente porque es eso, apariencia.
Los cambios son sutiles, y hay que estar atento para apreciarlos. Puede parecer que uno hace lo mismo de siempre y sin embargo, imbuídas en los hábitos de siempre, hay suaves variaciones. De ahí que, a cada paso que damos, María nos pregunte: ¿Y cuál es la diferencia que marca la diferencia?
Esta tarde he pasado dos horas escribiendo. Después de miles de palabras y cientos de líneas, he seleccionado todo el texto y lo he borrado. Es la primera vez que hago algo así.
Esa es la diferencia que marca la diferencia.
Cada vez me cuesta más trabajo mantenerme amargado. Sucede cualquier cosa que me ponga un guisante entre las tripas y ese guisante sencillamente se diluye suavemente, y lo hace cada vez más rápido. Cada vez reboto más fácilmente hacia un agradable estado de paz y tranquilidad, de alegría todavía extraña, y que al parecer se está convirtiendo en mi estado habitual.
¡Un brindis por las diferencias!"
(Javier Malonda, elsentidodelavida.net)