"No sé cuándo sucedió, cuándo me di cuenta de esto. Te veía lejos, entre otras mil también lejanas, entre millones de seres separados.
Sentí rabia por un momento. Pensé que todo era una broma. Caprichosos los Cielos, caprichosa la Tierra.
Fue en un momento preciso. Te miraba y la vista se me nubló; dejé de ver tus límites, tu contorno, tus rasgos, esos ojos que a su vez me miraban.
Te sorprendiste cuando me viste sonreír sin razón, sin motivo aparente.
Te dije, en medio de la sonrisa: SOMOS UNO. SOMOS LO MISMO.
Entonces te sonreíste también, sin poderlo evitar, y hubo solo silencio en la escena.
"SOMOS UNO. SOMOS LO MISMO". Esta voz interna resuena dentro de mí desde entonces; me acompaña a todos lados. Miro al vecino y veo lo mismo. Me cruzo con alguien en la calle... y somos lo mismo, una misma cosa. También me ocurre con el gato, con el árbol..., distintas apariencias y ficciones para una misma realidad.
SOMOS UNO. SOMOS LO MISMO."
(Braddha Bala)
(Fuente imagen: Steven Billups See Me FB)