"En el más puro silencio, cuando hasta las más finas brisas o auras se acallan, renace algo de dentro que aparentemente no se veía, no se percibía, pero que, sin embargo, estaba ahí, siempre, pegadito al alma, pegadito al ser, a lo más auténtico.
En la prisa, en el ritmo mental y acelerado, hallarás poco más que cosas mentales, que alimento para la sola mente.
Prisas y runrunes, prisas y motosierras o ruidos de motores y de voces externas, superficiales..., casi nada; esto es lo que probablemente encontrarás en medio de la fragosidad de lo establecido, en medio de su dominio, de su inercia, de su diapasón.
El camino del encuentro va por otro lado (ya lo sabes) y uno está andando por él cuando 'lo establecido' cede su poder, su dominio... a esa otra fuerza sana y natural que surge de dentro y que tiene la capacidad de iluminar las sendas y clarificar a los seres; fuerza que yace en el más puro silencio de uno mismo, en su parte menos contaminada. Ahí, entre esa energía natural, el ser renace, resucita, a todas horas."
(Braddha Bala)
(Fuente imagen: taringa.net)
