4 ETAPAS DE LA VIDA
ASHRAMAS
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La concepción hindú de la vida, tal como se halla expuesta en los Vedas, es espiritual y tiene, por lo tanto, un fin también espiritual, conocido como moksha o Liberación. Los goces materiales son normales y necesarios en cierto período de la vida; mas debieran estar regulados de tal modo que no 'impidieran' al hombre el logro del Bien Supremo. Ninguna experiencia finita puede satisfacer el anhelo del Alma que es de naturaleza Infinita. No obstante en los primeros estadios evolutivos no puede ser ignorada la apetencia de cosas materiales. Si estas apetencias son suprimidas o inhibidas, se crean condiciones que 'afectan' tanto al cuerpo como a la mente del hombre.
Los filósofos hindúes 'quieren' que 'nosotros' 'transformemos' de modo gradual las inclinaciones de la mente, de la voluntad y de los sentidos, de manera que puedan convertirse en colaboradores del hombre para la obtención de 'su' meta espiritual, no en 'sus' enemigos. Las distintas divisiones de la vida individual y social descrita en los Vedas y los “Puranas”, 'exponen' el Ideal del destino espiritual humano.
'Hablemos' brevemente de los cuatro estadios en que los antiguos hindúes 'dividían' la vida del hombre.
¤ BRAHMACHARYA
Cubría el período de estudios del hombre joven. El joven que 'vivía' con 'su' maestro (Gurú) y 'practicaba' la castidad y disciplinas tales como la obediencia y la austeridad, 'recibía', por consiguiente, el nombre de brahmachary. Este 'estudiaba' los Vedas
y 'participaba' en las ceremonias religiosas y rituales. Se 'le' 'enseñaba'
oralmente. 'Vivía' en el bosque, retirado de la complejidad de la vida
ciudadana, 'llevaba' una existencia simple, cuidando de la hacienda de 'su'
maestro, cortando leña para el fuego ritual y observando de cerca la
Naturaleza durante la mayor parte del día. Se trataba de una vida de
desapego y distanciamiento del mundo. El discípulo 'se' entregaba a
memorizar los textos de los Vedas. Luego de finalizada esta instrucción,
'se' alejaba de 'su' maestro, no sin que éste 'le' 'recordara' que no 'debía'
desviarse de la Verdad ni de la diaria recitación de los Vedas.
¤ GRIHASTHA
Durante el segundo estadio, el joven 'abrazaba' la vida del hogar. Esta etapa se denomina garhasthya, quien lo 'practicaba' 'era' llamado grihastha. Acompañado de su esposa, 'realizaba' los distintos sacrificios y ritos descritos en las Samhitas y Brahmanas.
Como ciudadano, 'realizaba' 'sus' deberes cívicos de acuerdo a 'su' posición
en el sistema hindú de castas: como sacerdote, militar o comerciante.
Mas estos deberes no podían 'mantenerlo' atado al mundo para siempre. Como
resultado de la experiencia y la observación, 'comenzaba' a
'desilusionarse' gradualmente del mundo exterior y ansiaba, entonces, paz
interior. Así, cuando los signos de la edad anciana comenzaban a
insinuarse 'confiaba' los deberes mundanos a 'sus' hijos y 'se' retiraba con
'su' esposa a meditar en el bosque (aranya).
¤ VANAPASTRA
'Entraba' entonces en el estadio tercero (yanaprasthd), en que 'recibía' el nombre de vanaprasti o habitante del bosque. En el sentido técnico del término, 'era' todavía un jefe de familia y, como tal, 'tenía' que realizar ciertos ritos diarios y obligatorios para todos, menos para los monjes. Mas como no 'le' era posible 'procurarse' en el bosque todos los elementos necesarios para tales sacrificios, en los Vedas 'encontraba' para él la prescripción de un culto simbólico. A través de la meditación en el significado simbólico de las diversas fases del sacrificio, 'recogía' el fruto real de esos actos litúrgicos. A manera de ejemplo 'diremos' que los Vedas 'recomiendan' a los jefes de familia la realización diaria del sacrificio Agnihotra, que requiere diversos elementos materiales. El habitante del bosque entonces 'debía' meditar en las varias funciones del prana, del aliento vital, considerándolos como la contrapartida espiritual de los diversos elementos que se utilizaban en los ritos materiales. La tercera sección de los Vedas, los Aranyakas, describen todas esas interpretaciones simbólicas de los sacrificios, así como otras formas de ese culto. Con una o dos excepciones, los cuatro Vedas tienen sus respectivas secciones de Samhitas, Brahmanas, Aranyakas y Upanishads.
¤ SANNYASA
El cuarto y último estadio de la vida total del individuo, conocido como sannyasa
o vida monástica, lo conformaban los habitantes del bosque que
'abandonaban' totalmente la vida del mundo, en búsqueda de la Verdad y la
Liberación. 'Se' convertían entonces, en bhikshus, monjes errantes, o sannyasines, renunciantes al mundo.
La realización de la Verdad Suprema ha sido descrita como “vuelo de lo Uno hacia lo Uno”.
El último estadio de la vida debía transitarse en soledad. Al
desapegarse de todo deseo de felicidad material aquí y en el otro mundo,
así como del deseo de gratificación a través de la progenie, la salud o
la felicidad celestial después de muerto, estos monjes 'practicaban' el
total renunciamiento interior y exterior. Puesto que el ascenso postrero
es muy empinado, estando el aire de las alturas extremadamente
enrarecido, los ascetas 'dejaban' atrás no solamente las posesiones
materiales sino que también 'se' desembarazaban del 'yo' y 'sus' deseos. Los
objetos materiales no ejercían ya fascinación en aquellos que 'habían'
realizado el Atman, el Yo interior, fuente de toda felicidad y
bienaventuranza. Los que 'lograban' este estado ''se ubicaban, por cierto,
fuera de toda casta y más allá de todas las convenciones sociales.
'Abandonaban' los rituales y sacrificios religiosos prescritos para los
otros tres estadios. 'Vivían' una vida de libertad que 'habían' sabido
ganarse por medio de la estricta observancia de las leyes religiosas y
morales. 'Se' transformaban así en los maestros espirituales de los
hombres, 'convirtiéndose' en luminosos ejemplos de paz y desapego. Mas, de
ningún modo, un verdadero sannyasin 'es' un ser indiferente o egoísta. 'Su'
vida entera 'está' consagrada al servicio de los otros, allende la casta y
el credo.
Los sannyasines 'estudiaban' los Upanishads, parte final de los Vedas, que describen el Conocimiento de Brahmán o lo Absoluto, así como también la disciplina necesaria para su obtención. Para las mentes espirituales de los indios, los sannyasines,
'eran' naturalmente objeto de la más alta estima, por 'su' pureza 'su'
desapego, 'su' falta de egoismo y 'su' completa devoción a la Verdad.
Como el
extremo de una mecha encendida muestra el fulgor de la lámpara, así la
presencia de estas libres y santas almas colocadas en el pináculo de la
sociedad hindú, 'eran' la palpable demostración de que esa sociedad
funcionaba bien. Aun cuando, en términos generales, la vida de los
indo-arios 'seguía' en la antigua India ese modelo, y la vida monástica
era la culminación natural de los tres estadios preliminares, el
aspirante a la Verdad 'podía' no obstante 'tornarse' monje en cualquier
estadio. Una sentencia de los Vedas declara: “El día que un hombre 'es' poseído por el espíritu del desapego, ese día 'debiera', en el acto, renunciar al mundo”.
Los Vedas hablan de los hombres y mujeres jóvenes que 'toman' los votos
del renunciamiento, sin atravesar los estadios previos ni de jefes de
familia o habitantes del bosque.
El brahmachari 'debe' leer todos los Vedas, si bien son los Samhitas los que modelan 'su' vida. Del mismo modo, los jefes de familia 'deben' seguir las indicaciones de los Brahmanas; los habitantes del bosque, de los Aranyakas; y los monjes, de los Upanishads.
El brahmachari 'debe' leer todos los Vedas, si bien son los Samhitas los que modelan 'su' vida. Del mismo modo, los jefes de familia 'deben' seguir las indicaciones de los Brahmanas; los habitantes del bosque, de los Aranyakas; y los monjes, de los Upanishads.
(Fuente: http://www.yogaindia.es/4-ETAPAS-DE-LA-VIDA-P67.html)