.
"Una vez que 'podáis' escuchar 'vuestra' voz (interior) no 'necesitaréis' leyes, porque 'vosotros' seréis la regla. Y cuanto más clara sea la voz, más pasos 'daréis' en la dirección correcta. Se va convirtiendo en una fuerza cada vez más fuerte; cada paso 'os' acerca más a 'vuestro' destino y 'os' hace sentir mejor. 'Sentiréis' un profundo contento, 'sabréis' que nada es erróneo, y 'podréis' bendecir y ser bendecido por 'todos'.
La religión es rebelión, rebelión contra 'los demás', rebelión contra los bienintencionados, rebelión contra los bienhechores. Es la mayor rebelión de todas, porque se 'está' solo, no hay nadie más, y hay que recorrer el camino solo. Es la rebelión del individuo contra la masa.
La masa es muy, muy poderosa. Puede 'aplastaros', ya casi lo 'ha' conseguido. 'Estáis' lisiados y machacados, casi muertos. 'Dejaros' con vida es peligroso para la masa porque entonces 'seguiréis' 'vuestro' propio camino, y la masa 'tiene' el suyo, que 'quiere' que 'sigáis'. La masa 'quiere' que os 'convirtáis' en oficinista de correos, en profesor de una escuela primaria, en enfermera de un hospital, y ''vuestra voz interior puede que no 'esté' dispuesta a serlo. Puede que 'vuestra' voz interior 'quiera' ser poeta, o bailarín, o cantante. Puede que 'vuestra' voz interior 'esté' 'llevándoos' a ser un Buda o un Chuang Tzu. Pero la sociedad no 'necesita' un Buda, sino un ejecutivo perfecto. ¿Para qué sirve un Buda? Económicamente no tiene sentido, es una carga."
(Osho)