.
Mi visión del Estado de derecho constitucional español
Por Fran Gutiérrez
Al amparo del derecho constitucional del artículo 20 de “nuestra” constitución, ejerzo mi libertad de expresión.
Voy a manifestar mi visión de cómo fueron violados mis derechos como ciudadano de España, gracias a los resquicios legales que ampara la ley mercantil, y a la contundencia con la que la justicia civil cargó contra mi persona, sin ningún tipo de piedad humana, dejándome en la calle con dos niñas de 12 años, junto a mi esposa.
En mi libro “Y entonces me levante”,
tú buscador puedes leer mi historia de vida, y cómo después de una
terrible infancia y adolescencia, sufrí un grave accidente laboral que,
después de 5 largos años de juicios, intervenciones quirúrgicas y mucho
dolor, todo el proceso concluyó con 28 años de edad, condenado según la medicina oficial
a caminar de por vida con bitutores y muletas, e ingerir una media de
20 pastillas al día, para calmar el dolor físico y emocional que fue
diagnosticado con una de esas “etiquetas médicas que justifica una enfermedad mental”, la cual es más fácil, económico y beneficioso a la vez, calmar con pastillas los síntomas en vez de ayudar a evolucionar.
Entre otras cosas, porque no saben cómo ayudarte, y me dejaron siendo
un mueble más de mí casa, prácticamente anulado y dormido todo el día.
Como compensación económica recibí una triste indemnización y una “limosna social”,
la Invalidez absoluta, que me ayudaba a sobrevivir, pero que me hacia
justificar mis limitaciones. Que mi entorno la denominaba como algo
positivo y para mí sólo era una “limosna social”, para compensar mi dolor.
Yo no me conformé a esas circunstancias “Y me levanté” por otros medios no oficiales o impuestos, que además desde mi punto de vista, da la sensación de que son mal tratados, atacados y ocultados mediante manipulación mediática por intereses económicos de los que manejan en la sombra el “SISTEMA”. Esto es sólo mi impresión, no una certeza. Quizás ciertas emociones me hacen tener esa impresión. Pero lo cierto es que los hechos, las pruebas, los testimonios y las evidencias son tan sólidas, que ya no pueden ser ignoradas o interpretadas a la ligera.
Después de levantarme a todo lo relatado de manera
breve anteriormente, intenté superarme a nivel profesional, y monté un
negocio junto con mi mujer. Para ello renuncié a mi “limosna social”, ante el grito desgarrador de mi entorno que me calificaba de loco, por perder mi pensión para toda la vida. No me importó perder, porque lo que realmente hice fue ganar mi integridad como ser humano, y mi derecho a evolucionar en favor de mi misión de vida.
Errores de principiante me llevaron a perecer, y perder lo invertido. Me lo tomé como un reto y aprendí de los errores. Emprendí un proyecto empresarial, con mucha ilusión, y para ello tuve “la inestimable ayuda de la Banca“. Líneas de descuento, préstamos para vehículos, tarjetas de combustible, sin problemas… facilidades absolutas, gracias al “Estado de Bienestar”.
Así que la agencia de transporte podía comenzar a
rodar, y rodó. En el momento más álgido, la empresa daba empleo a 11
trabajadores asalariados y 9 transportistas autónomos, y a mí me
generaba un sueldo para vivir dignamente sin grandes pretensiones, más
que la de ser una pieza útil a “nuestro Estado de derecho”. Me
sentía tan orgulloso, de haber dejado de vivir del Estado de derecho,
pasando a ser una pieza del “motor de nuestra sociedad”.
Jamás podría haberme imaginado que tres
impresentables, apoyándose en resquicios que deja la justicia, me
dejaran de pagar el trabajo de cuatro meses. Tampoco podía dar crédito,
como aquellos trabajadores en los que yo confiaba, cargaran de manera
tan ruin contra mí, y más cuando yo no los estaba engañando. Andé cielo y
tierra para conseguir dinero para pagar sus salarios y finiquitos, sin
la ayuda del banco, ya que éste me quitó el paraguas cuando empezó a llover.
Pero lo que no podía ni tan siquiera vislumbrar, era que el Banco (uno de los “grandes”, a nivel nacional e internacional)
me iba a destrozar mi estabilidad y me iba dejar en la ruina después de
quitarme mi vivienda. Sin ser culpable, sin deber dinero. Sólo era
víctima de tres desaprensivos que no cubrieron los pagarés que firmaron.
Y al Banco no le tembló el pulso, apoyado por el sistema judicial español, y me arrebató la vivienda, que tanto nos había costado comprar. Y, aún así, me quedó una deuda sustanciosa que pagar.
-
Sin vivienda donde vivir, y prácticamente sin trabajo. Acabé
alquilando un piso y allí nos instalamos, sumidos en un estado de
impotencia y dolor que nos desgarró el alma.
Podéis leer esta historia en mi libro “Y entonces me levante”, y sabréis como estos acontecimientos me llevaron a despertar a otra realidad alternativa y diferente a la que nos han impuesto.
El dolor y la necesidad, junto al hecho de quedar acorralado contra las cuerdas, me hicieron LIBRE, y perdí lo único que me quedaba: el miedo.
Eso hizo que mi compañera sentimental -el amor de mi
vida- y yo nos lanzáramos a la desesperada a trabajar, como salida a la
situación; eso sí, víctimas de embargos en las nóminas. La crueldad del banco nos seguía acosando, y además cada día recibíamos su presión con cartas y llamadas amenazadoras. No les bastaba sólo con apropiarse de parte de lo poco que ganábamos, con el apoyo legal de la justicia española. Pero no nos rendimos, y además -en contra de lo habitual- dejamos de luchar, nos dimos cuenta de nuestro poder, y empezamos a fluir.
A mí ese estado de libertad me deparó un desagradable
hecho con un director de oficina, de una conocida compañía de seguros.
Este director, títere del sistema opresor, me provocó
una encerrona con el objetivo de someterme a su poder y el de su
empresa. Lo que no se esperaba era mi reacción desde la libertad que da el haber perdido el miedo y ser independiente, cuando él esperaba que iba a trabajar por menos dinero que otros “protegidos” que vendían la mitad que yo. Dejé aquella empresa, y ese mismo día tenía trabajo en otra.
Eso no se lo esperaba ese títere del sistema opresor. Ese hecho me hizo
sentir la grandeza del despertar de un ser humano, y alcé la mirada al
cielo como signo de victoria, y me reforzó mi sensación de libertad.
Al poco tiempo una gran persona me brindó la gran
oportunidad de tener mi propio negocio. Esa gran persona invirtió una
suma de dinero para montar un centro de terapias, en el que mi compañera
sentimental y yo trabajamos y nos desarrollamos profesionalmente, y que
nos da el sustento económico para vivir dignamente con los aprietos que
esta crisis nos trae; experimentando además los estertores de la muerte de un sistema que busca desesperadamente una salida a sus intereses.
Hoy vivimos en nuestra vivienda de alquiler (derecho reflejado en la constitución española art. 47). Derecho que la justicia española me arrebató a favor del banco, violando -desde mi humilde punto de vista- el artículo 15 de nuestra constitución, y también los principios de ésta, en el llamado “Estado de derecho”.
-
Después de exponer mí caso particular, y sabedor de los 4 principales principios constitucionales del llamado Estado de derecho, que son:
-
Libertad
-
Justicia
-
Igualdad
-
Pluralismo político
Esos son los principios que fundamentan nuestro Estado de derecho y Constitución. Entonces yo me pregunto.
¿Por qué no han sido respetados mis derechos?
Si el que no cumplió el compromiso contraído en la
firma de pagarés, queda absuelto como insolvente. Yo que no soy culpable
de ese hecho, ¿por qué cargan contra mí? ¿Por qué el juez sólo mira por los derechos del Banco y lo protege? Y a mí, ¿quién me protege?
El sentido común a mí me dice que el banco debería reclamar a quien firmó el pagaré, no a mí. ¿Qué opinas tú, buscador?
¿Cómo alguien insolvente puede pasearse en un BMW X5, o en un Pontiac, o tener una casa en el Maresme?¿Por qué hay tantos resquicios legales en España que protegen a los delincuentes y estafadores?¿Por qué la ley no es igual protegiendo a los ciudadanos que a los bancos?¿Por qué si a una persona le quitan sus bienes tiene que seguir pagando y además ser víctima de embargos?¿Este es el “Estado de derecho”? ¿Esto es lo que los principios de la Constitución dicen?
Buscadores, de verdad os digo que estoy totalmente
decepcionado con el “Estado de derecho”. Que mientras no me demuestren
lo contrario, no creo en ningún político. Que aunque nos quieran mostrar lo contrario yo sólo puedo sentirme oprimido y maltratado por los que viven a nuestra costa.
Mientras tanto, yo sólo puedo decir mi verdad, que no quiere decir que sea la auténtica (la absoluta). Es lamentable que como individuos y como sociedad paguemos forzosamente impuestos abusivos, bajo la amenaza de ser castigados.
Me molesta pagar impuestos, porque me siento engañado, me siento
traicionado, usurpado, y en situación de indefensión ante la ley.
Además, últimamente sirven para financiar y rescatar a los bancos, los mismos que nos quitan nuestras viviendas, el gobierno les da nuestro dinero. Y eso no es ser un antisistema, sino un ciudadano que creía en el sistema, y que remó a favor, sintiéndome parte de un país y orgulloso de ser español. Y que hoy no puede más que sentir zozobra, y que la esperanza se esfumó con el dolor que sentí.
Seguiré mientras pueda denunciado a la luz pública mi verdad. Sueño cada noche con una humanidad libre de cadenas. Con un mundo justo, en el que todos miremos por el bien común, y donde mi cultura, ideología, raza o tendencia sexual, es respetada. Donde nadie tiene más derecho que otros. Creo que esto no es lo que tenemos, no sólo en nuestro país, sino ni el mundo.
Por eso creo firmemente en movimientos que están surgiendo, proyectos e inciativas de transformación social integral, porque me contagian la ilusión de una verdadera democracia (gobierno, poder y soberanía del pueblo). Y con la ilusión de que toda esta pesadilla que estamos viviendo se acabe.
Seré como Juan Salvador Gaviota,
me mostraré en la playa, para que mis semejantes, mis hermanos humanos,
decidan si quieren volar o seguir a la locura colectiva. Y por suerte
somos ya muchos Juan Salvador Gaviota.
Ánimo, si has sido víctima de este sistema. Deja de luchar, di basta. Agárrate a un clavo ardiendo, y sobrevive. Aprende, recuerda quién eres y coge cualquier trabajo hasta que la solución aparezca. No llores por una “limosna social”.
Al pobre si se
le da limosnas se le hace más pobre, ya que se le refuerza su
dependencia. Aprende a pescar y no aceptes pescado. Quiero transmitirte
que el poder está en ti. Que tú eres el responsable de tu vida. Que no dependes del “sistema”; por el contrario, “el sistema depende de ti”.
Siento que todo lo que esta pasando, toda la información alternativa que se mueve en la matrix de internet, está dando a lugar a una revolución. Pero no una revolución de lucha y guerra. Si no a un despertar espiritual, que nada tiene de religioso. Que acabará en una nueva humanidad, libre. Todo este sistema, en su esencia, quedó muy patente ya hace más de 2000 años con la historia del hijo del carpintero de Judea. Su muerte nos dejó un mensaje, que puede que se manipulara vilmente, bajo el dogma religioso. Y quizás hoy su energía está despertando en nosotros, y ese despertar acabará con el sistema que empezó con su muerte. ¿Podría ser que la genuina espiritualidad de Jesús, siempre estuviera en nuestro corazón, como él mismo dijo a Pedro?
¿Qué pasaría si nos plantáramos de manera pacífica? Sin lucha. Sólo sabedores de que, cómo dice David Icke, somos 100 por cada 1 de ellos. Cuando nos demos cuenta de este hecho, la partida se habrá acabado.
Ahora sólo hay que seguir, moviendo fichas en este tablero de ajedrez.
Ellos esperan que nos equivoquemos, y lucharán (como siempre han hecho, y
nos han enseñado a nosotros que la lucha y el sacrificio es el camino
para someternos y hacernos infelices), hasta el final.
¿Podría ser que la partida esté ganada, aunque habrá que jugar hasta el final?
Buscadores, dejad la lucha victimista y pasiva, trabajad desde vuestros hogares, desarrollemos las alternativas en nuestras comunidades, sigamos con las asambleas. Tomemos decisiones, fluyamos con la vida que somos. Si alguien tiene miedo quizás son ellos, porque ven que estamos despertando. No salgamos a manifestarnos movidos por unos sindicatos mantenidos y títeres del “sistema”. No dejemos que nos golpeen las “fuerzas del orden”, abandonemos la lucha ofuscada y estéril. Meditemos, abramos los corazones, ayudémonos los unos a los otros, colaboremos en red, construyamos juntos una nueva y mejor sociedad. Y plantemos nuestras bases en nuestros corazones, en nuestras familias. Somos una gran familia, la familia de la Humanidad. Los seres más maravillosos que habitan la tierra, más allá de nuestra apariencia o estado actual. Tenemos derecho a ser felices.
Adelante Buscadores, por mucho que os castiguen, siempre hay soluciones. Cuando se cierra una puerta siempre se abre otra. No te quedes mirando la que se cierra, y date cuenta de la que se abre, porque esa es el camino a la libertad. Sí, ya sé que suele ser doloroso. Mas el dolor puede abrirte los ojos para ver el camino de la libertad.
“Justifica tus limitaciones y ciertamente las tendrás”.
Meditad y buscad en vuestro interior.
(Fran Gutiérrez*)
*Francisco Gutiérrez es terapeuta holístico y reside en Viladecans, Barcelona, donde tiene su consulta. Es además autor del libro “Y entonces me levanté”,
el impactante e inspirador relato autobiográfico de su extraordinaria
experiencia de superación personal y autosanación. Colabora con el blog Liberación Ahora en calidad de autor de artículos, y asimismo coordina junto a Fernando Casavalle los proyectos Despetar del Sueño e Integra.
Vídeo complementario:
En este vídeo, Fernando Casavalle (terapeuta y coordinador, junto a Fran Gutiérrez, del proyecto Despertar del Sueño) lee una hipotética carta que el ciudadano medio escribiría al Presidente de la nación, reflejando el estado de ánimo así como las luces y las sombras
-la toma de conciencia y las contradicciones y errores- que las masas
están experimentando en este desafiante tiempo de crisis global.
Por ello, la crítica certera y el análisis
lúcido de las lacras sociopolíticas actuales conviven aún con la
necesidad de salvadores (en este caso el Presidente), la dependencia y
la abdicracia (cesión del propio poder y soberanía) hacia el
mismo sistema depredador y sus agentes y títeres políticos. Tal es la
paradoja y el dilema de muchas personas hoy en día, lo cual queda
patente en la carta.
Todo ello se presenta como un acicate a la reflexión,
confrontando al ciudadano medio con los claroscuros de su propia
mentalidad, abocándole -entre otras importantes cuestiones- a dilucidar dónde reside el poder real y qué se hace con dicho poder (asumirlo con madurez y empoderarse, o bien cederlo a otros de forma irresponsable).
(Freeman, webmaster de Liberación Ahora)
(Fuente: liberaciónahora.wordpress.com)