"Soy un navegante. Navego por el mar de la personalidad. No soy una personalidad, un ego, un yo; mas, sin embargo, me he visto envuelto en este mar, en sus corrientes y oleajes, en su gusto salado, en su falta de salidas.
Navego por él con una rara maestría, maestría que no proviene del agua salada, sino de encontrar recursos internos, agua potable dentro de uno mismo.
Me llaman extraño los que tienen la boca orlada de seca sal. Me llaman raro los que apenas asoman la cabeza por sobre el agua marina o los que bucean simplemente por debajo.
Soy extraño, sí, pero porque estoy surcando un mar muy igual, parejo en sus respuestas o en la ausencia de ellas.
Busco una salida, tierra firme. Construí mi barca a fuerza de empeño, de no huida, de nadar, de bucear, de recolectar un tronco flotante aquí y otro allá.
Estoy lleno de heridas, de mordeduras marinas, pero el crisol del mar me ha hecho a la postre acorazado.
Mírame, para salir del mar de la personalidad y arribar a la tierra firme de la libertad, uno ha de apoyarse en la no personalidad, en justo en lo que ese mar no es."
(Braddha Bala)
(Fuente imagen: esceptica.org)