"Un amante (verdadero) siempre 'se' mantiene virgen (puro en lo interno). Todos los amantes (verdaderos) 'son' vírgenes. Quienes no 'aman' no 'pueden mantenerse' vírgenes; 'se quedan' aletargados, estancados, tarde o temprano 'empiezan' a apestar -más bien temprano que tarde- porque no tienen adónde ir (están vacíos). Su vida está muerta."
(Osho)