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"Mis palabras (el Tao, la Verdad),
son fáciles de comprender,
fáciles de practicar;
Pero en el mundo no hay nadie capaz de comprenderlas (dado el grado de apartamiento del Tao o Verdad en que se mueve la actual conciencia o educación de los humanos),
no hay nadie capaz de practicarlas.
Mis palabras tienen un origen (están enraizadas en el Tao o Verdad),
mis actos tienen un señor (una base firme, el Tao, la Verdad).
Como no los conocen (la generalidad de personas),
tampoco me comprenden a mí.
Raros son los que comprenden (los despiertos o conscientes),
con lo que resalta mi valor (mi brillo entre tanta oscuridad).
Por eso el sabio vestido de harpillera alberga un jade (una Joya) en su pecho."
(Lao Tsé, Tao Te King, XXXV)