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"Si sólo 'dispusiera' de tres minutos de vida, de sólo tres minutos, 'tocaría' una trompeta que sonara alto, bien alto, para reclamar la atención y decirles a todos los seres, a todos, que el fin de la existencia es otro, distinto al planteado.
'Tocaría' la trompeta y les 'diría' que no pierdan el tiempo en fantasías y que vayan hacia lo Real, que nada más cuenta, que nada más tiene valor.
Si sólo 'dispusiera' de esos tres últimos minutos, 'me' lavaría a poder ser la cara, el alma, para que se disolvieran en la Auténtica Esencia, en el Todo, sin ya ningún tipo de diferenciación.
Y si aún quedaban un segundo o dos, 'sonreiría'."
(Braddha Bala)