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"Desde       ese hueco, desde esa base donde se cimentan las grandes montañas,   el     buscador se yergue cada mañana. Sabe que es difícil, que no hay   nada   más   difícil en esta Tierra, pero, a la vez, sabe que no hay   nada con   más   sentido, con más contenido, con más poder implícito.
Desde       ese hueco, el sadhu mira los horizontes y comprueba hacia donde      llevan:  Este no, este tampoco... Este. Discernir, tal es la gran  labor     del  sadhu, discernir, apartar a cada momento la paja para  quedarse   con   el  grano, con lo que realmente vale la pena, con lo de  mágico  valor.
El       maestro dijo que lo visible e invisible en este mundo es una   especie    de  juego, un juego en el que el buscador ha de encontrarse,   ha de     conocerse, ha de ser verdaderamente. El maestro dijo esto, y   añadió,  que   este es en concreto el mejor de los trabajos, casi el  más      productivo, el que aporta mayor paz y sincera armonía."
(Braddha Bala)
 


 
 
