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"Una vez que 'has' aprendido este estado dichoso de la mente, esta forma de ver la vida positivamente, 'te' sorprenderás de que toda la existencia empieza a funcionar de una forma totalmente distinta. La existencia empieza a 'cuidarte' como lo hace una madre. Empieza a 'ayudarte' de todas las maneras posibles. La existencia se convierte en gran amiga.
Y conocer esto es conocer a 'Dios'. Conocer esto: que la existencia 'te' cuida como una madre, es conocer a 'Dios'. No existe otro 'Dios'. Sólo este sentimiento, este tremendo sentimiento, este sentimiento penetrante de que la existencia 'te' ama, 'te' protege, 'te' ayuda y vierte innumerables bendiciones sobre 'ti'. El sentimiento de que la existencia muestra su gracia para 'contigo', de que no 'te' encuentras separado, de que no 'eres' un extraño, de que ésta es 'tu' casa.
El sentir que "esta existencia es 'mi' casa" es conocer a 'Dios'."
(Osho)