"Pensaba que la juventud era eterna, que la vida era algo eterno, sin fin; que los proyectos duraban asimismo eternidades...
Todo eso era más bien un autoengaño, me digo, un cebo puesto ahí para que no me enterase, una red tendida, una trampa muy bien camuflada para que no la viese, para que no me diese cuenta del pastel.
Dormidos, así andamos, mayoritariamente. Abducidos, así nos desenvolvemos por la vida, por entre los sucesos, actuando, interpretando un papel en un mundo de superficialidades, el que nos dijeron.
Tirana personalidad que atrapas a los seres y los vas cubriendo cada día más de capas y capas, como una cebolla. Tirana personalidad que cubres de apariencias y apariencias la simple realidad, la que realiza el sabio cuando se libera de todo ese percal. Tirana personalidad.
En el aire fluye la vida, la verdadera, mas los humanos se empecinan (en general) en moverse sujetos a una tierra que les pone una venda en los ojos y un filtro en el cerebro, para que no se enteren, para que no se descubran a sí mismos.
Pensaba que la juventud era eterna. Ahora pienso que el existir es un mero escenario para que los seres se reencuentren con lo que en verdad son."
(Braddha Bala)
(Fuente imagen: fotolog.com)
