"Solo pienso en una cosa durante todo el día. Parece que me hubieran lavado el cerebro para pensar solo de una determinada manera.
¿Quién lo hizo?, ¿quién me lavó el cerebro para no ver más allá?
"Acepta lo que te ponemos delante -parece decir una voz-. Es lo que hay que hacer. Es lo correcto... Si haces lo que todos, tendrás lo prometido, una de estas de la foto de arriba y una casa, y podrás perpetuarte con unos hijos. Y tendrás dinero. Y nos encargaremos de que nada te falte. Tendrás siempre nuestra aprobación. Nuestra defensa" -esto parece decir tal voz.
En la calle, la gente, de aquí para allá, siguiendo (mayoritariamente) el patrón superficial, sin salirse del confinamiento establecido, ese que parece regir y pisar con suelas de hierro.
"No, no pienses, déjate llevar, ser uno de los nuestros es muy sencillo".
Y así se mueve, por lo común, el ser humano, dentro de la consigna, de la superficial línea de la que no se puede uno salir, según 'dictan las ordenanzas'.
Alguien dijo "Eres libre". Mentía como un bellaco. Eres libre para repetir, para andar dentro del surco, para pensar lo ya pensado, para comer lo ya comido. Si haces tal cosa, tendrás premio al final, una buena jubilación. Si te decantas, sin embargo, por otra opción, si te muestras rebelde, ni el pan ni la sal.
Solo pienso en una cosa durante todo el día, consciente o inconscientemente. Son todas iguales, todas diferentes. Ando regido por un chip que me gobierna, que me impide pensar, ver más allá."
(Braddha Bala)
(Fuente imagen: Laura Dodsworth)