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"Cuando comprendas que has desperdiciado la vida, el primer principio que debes recuperar es la inocencia. Deja a un lado tus conocimientos, olvídate de las escrituras, olvida las religiones, las teologías, las filosofías.
Vuelve a nacer de nuevo, hazte inocente; está en tus manos.
Limpia tu mente de todo lo que no conoces por ti mismo, de todo aquello que te han prestado, de lo que te viene por tradición, convencionalismo, todo lo que los demás te han dado: padres, profesores, universidades.
Simplemente libérate de ello.
Una vez más, sé sencillo, sé un niño.
Este milagro es posible con la meditación."
(Osho)