En esta segunda parte, el concepto se pierde un poco. Nunca se trata de una guerra del bien contra el mal o viceversa, sino de un trabajo en el interior del ser. La conciencia dualista seguirá manteniéndose mientras el ser humano continúe con la infatuación del 'yo', sin entender que este mismo 'yo' es el principal obstáculo para realizar la Unidad con el Todo. 'Mediten' en el estilo clásico, como se ha llevado haciendo desde siempre en Oriente, sin miedo, sin mente; descubran lo que de verdad son al margen de 'yoes', y ya no 'buscarán' la Unidad, porque 'serán' Unidad, Paz, Juego Limpio. (BB)