Desde hace muy pocos años se ha puesto muy de moda el término “mindfulness” y el trabajo de desarrollo mental y emocional a través de las técnicas que este vocablo engloba, y que en castellano 'podría' constelarlo en “atención plena” o “atención total”. Corresponde al término original “satipatthana”, que pertenece a la lengua que 'hablaba' el Buda, denominada pali, y que quiere decir “establecimiento de la atención”. Se recogen las muy valiosas enseñanzas de Buda en este sentido en un célebre sermón conocido como Satipatthana Sutta o Sermón de la Atención. Mediante el establecimiento, cultivo metódico y desarrollo de la atención, se consigue desarrollar un tipo muy especial de visión que Buda 'denominó' “vipassana”.
Vipassana es visión penetrativa y cabal, visión de lo que realmente es, visión clara y justa, toda vez que hasta que no 'conquistamos' la vipassana, siempre 'vemos' las cosas a través de nuestras proyecciones, filtros, creencias, patrones y esquemas. 'Vemos' lo que 'queremos' o 'tememos' ver. No 'vemos' lo que es. Buda 'aconsejaba': “'Ve' y 'mira'”. Es decir, 'mira' lo que es, no lo que 'esperas', 'deseas', 'crees' o 'temes' que sea. Eso es conectar con la realidad. Y el que 'denomino' “enfoque vipassana de la vida” consistiría en ver y apreciar la vida como es, más allá de ese circuito cerrado de adoctrinamientos, apegos y aversiones, odios y celos, pasado y futuro, etiquetas y rótulos. Mirar lo que es: ése es el secreto. Y aprender a 'manejarnos' con las circunstancias como son, sabiendo fluir y dirigiendo, sin ansiedad, 'nuestros' pasos hacia el objetivo. Si uno lo 'alcanza', lo 'disfruta' sin apego; si uno no lo 'alcanza', no se 'siente' frustrado ni genera un inútil y doloroso sentimiento de fracaso. Pero para adiestrarse en el “enfoque vipassana de la vida” 'necesitamos' energía, atención consciente, ecuanimidad, sosiego y lucidez. Para ello hay que trabajar sobre la mente, a fin de limpiarla, reorganizarla, saber pensar y dejar de pensar, potenciar sus mejores recursos y encaminarlos de manera adecuada.
Para poder controlar los pensamientos hay que entrenarse en tres técnicas complementarias entre sí:
- La observación atenta e inafectada de los contenidos mentales.
- La erradicación de los pensamientos.
- Combatir los pensamientos negativos o insanos mediante el cultivo de los positivos o sanos.
Y hay cuatro esfuerzos conscientes a realizar para sanear la mente y activar sus potenciales más creativos, que son:
- El esfuerzo consciente por desalojar de la mente los pensamientos insanos.
- El esfuerzo consciente por impedir que vuelvan a entrar.
- El esfuerzo consciente por suscitar pensamientos sanos.
- El esfuerzo consciente por cultivarlos y desarrollarlos.
Uno 'debe' aprender a 'servirse' de la mente y no que la mente se sirva de 'uno'. De ahí el antiguo y significativo adagio: “El que 'controla' 'su' mente 'es' un rey aún si 'es' un mendigo; el rey que no 'controla' 'su' mente 'es' un mendigo”.
Una mente bien saneada, estable y bien dirigida, 'nos' permite afrontar mucho mejor las vicisitudes de la vida y saber tomar la dirección oportuna. Para ello 'tenemos' que cultivar las denominadas, por la antigua sabiduría budista, comprensiones claras. La comprensión clara es aquella que es profunda y lúcida, la nacida no de la mente ofuscada, sino de la mente lúcida. Hay distintos tipos de
comprensión clara, entre otras:
- La clara comprensión del objetivo, es decir hacia qué objetivo definido 'me' dirijo.
- La clara comprensión de los medios, o sea con qué medios 'cuento' para poder aspirar a ese objetivo.
- La clara comprensión de la adaptabilidad, que no fatalista adaptación, sino saber fluir y encontrar los puntos de menor resistencia.
- La clara comprensión de la idoneidad, o sea saber qué es en cada momento lo conveniente y oportuno, y cuándo lo idóneo es hacer o dejar de hacer, ser activo o pasivo.
La meditación es el modo más antiguo y considerado más fiable para desarrollar el “enfoque vipassana de la vida”, es decir un enfoque claro, lúcido, ecuánime, oportuno y constructivo. La meditación es un método específico para entrenar y desarrollar la mente, reorganizar la psiquis, drenar el inconsciente, superar estados de ofuscación y crearlos de perspicacia, ser 'uno mismo'. La meditación es una técnica de vida, un arte de vivir. Pero hay que impregnar la vida cotidiana y 'nuestras' actividades de todo tipo (incluidas las profesionales) de una actitud meditativa, que se apoya en el esfuerzo bien encaminado, la atención vigilante, la ecuanimidad y el sosiego, y todo ello conduce a la lucidez y a una manera más diestra de actuar. Como 'declaró' Buda, la atención es todopoderosa en cualquier momento y circunstancia. Es la lámpara de la mente.
Mediante la meditación sentada, por un lado, y el establecimiento de la atención en la vida diaria, por otro, 'conseguimos' ese enfoque vipassana de la vida que 'nos' será de enorme utilidad en cualquier ámbito. La atención frena los pensamientos nocivos, regula las palabras, 'nos' hace más precisos y menos chapuceros en aquello que 'emprendemos' y 'hacemos'. Es una gran fuerza que uno 'puede' aprender a encauzar y que pone en marcha la precisión, la cordura, la visión clara y la acción sagaz.
(Fuente: Ramiro A. Calle)