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"'Ella' todavía 'tiene' veintitrés años y no 'sabe' bien bien qué hacer con 'su' vida, hacia dónde enfocarla. Delante 'suyo' parece haber un gran carril, como una especie de ancho embudo que 'reconduce' a la gente en una misma dirección.
'Ella' 'es' joven y no 'sabe'. Todo 'le' bulle por dentro. El ímpetu de la vida clama en 'ella' con regular constancia. Tic-Toc-Tic-Toc... La chica no 'sabe'.
'Es' una persona preparada, o al menos eso 'piensa'. Ya 'va' enfilando la recta final de la carrera y 'ha' cumplido con todas las balizas del camino, con todo lo establecido. Y, encima, 'es' guapa y 'tiene' apoyos y 'sabe' que para lo que 'quiera' hay donde recurrir.
'Ella' 'está' ante una encrucijada. "No es para tanto", 'le' 'dicen' con una sonrisa. "Es un escalón más, otro paso a dar".
Pero, ¡maldita sea!, la chica 'duda'; por suerte, es solo por un momento, un escaso lapso en 'su' cabeza, algo superable, y más, cuando la inmensa mayoría de compañeros 'tira' hacia allá, hacia la entrada del 'feliz' embudo.
Qué fácil es, aparentemente, normalmente, hacer lo que la mayoría."
(Braddha Bala)
(Fuente imagen: Anie Terzian)
