aquel que se conoce a sí mismo es un sabio.
Aquel que conquista a los demás, tiene músculos fuertes.
Aquel que se conquista a sí mismo es poderoso.
Aquel que se halla satisfecho es rico.
Aquel que es decidido tiene fuerza de voluntad.
Aquel que no pierde su centro, perdura.
Aquel que muere pero (su poder) queda, tiene larga vida."
(Lao-Tsé, Tao Te Ching, XXXIII)