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lunes, 20 de octubre de 2014

El árbol

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"Tienes la solemne promesa de que no te mentiré, de que lo que se expone es lo que hay; de que es el resultado de mil búsquedas, de mil aprendizajes, de andar codo con codo con grandes maestros. No lo dudes.

Desgraciadamente, esto no es lo que priva en estos tiempos modernos, en los que la gente (en general y sin saberlo) huye desaforadamente de sí misma, o vive completamente ausente de su interior, pero que llama a esto vivir, realizarse. Incluso hay muchos que viajan y viajan y cuando regresan, no lo soportan y siguen viajando (o huyendo en realidad), buscando quién sabe qué que no encuentran
Es bonito realizar los viajes desde la no huida, desde la sana consciencia. Mas no acostumbra a suceder así, y los que viajan, y los que actúan, y los que llenan teatros, pabellones o salas (mayoritariamente) acostumbran a ser ciegos dispuestos a guiar a otros ciegos, y lo peor, lo peor, es que tales ciegos conferenciantes creen ver, creen estar asentados en una cierta realización.

Por los frutos (no económicos, ni de aparente éxito) se conoce al sano árbol, al árbol que crece desde dentro y ahonda sus raíces en tierra fértil, en tierra rica, con contenido."



(Braddha Bala)
(Fuente imagen: greg.com.mx)