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"Hay dos términos
que 'utilizo' con frecuencia en 'mis' charlas en clase, así como en 'mis' conferencias y en 'mis' libros. Dos palabras cargadas de hondo significado
en la búsqueda espiritual desde el escenario de las antiguas místicas
de la India y que merece la pena entender en profundidad; dos
conceptos que apuntan a la real experiencia del cambio interior, y que 'debemos' esclarecer. Porque por el sadhana 'llegamos' a Moksha y Moksha no
se convierte solo en una idea o expectativa, en una quimera o fantasía.
Moksa
quiere decir libertad plena, autorrealización, independencia interior,
plenitud espiritual y sabiduría. Moskha es liberación mental y
espiritual, la meta de todo genuino buscador espiritual, de todo
aspirante a la conquista de la Sabiduría y la Compasión. Moksha es un
estado especial de la mente cuando ésta se ha desembarazado de la
ofuscación, la avaricia, el odio y el miedo; cuando ésta se liberado del
falso conocimiento y obtenido el entendimiento correcto; cuando ésta se
ha desenraizado de sus tendencias nocivas y sus emociones insanas.
Entonces, una vez la mente transformada y desarrollada, ésta está
capacitada para que eclosione la preciosa energía de la lucidez y la
Sabiduría.
La Sabiduría no es conocimiento ordinario ni saber
libresco ni erudición ni acumulación o datos. El conocimiento puede
ayudar pero no es transformativo ni liberador. El conocimiento 'nos' lo 'pasamos' los unos a los otros, es transferible, pero la Sabiduría nadie 'nos' la puede dar o pasar, aunque sí 'nos' pueden facilitar los medios o
herramientas para irla conquistando. La Sabiduría es un modo especial de
percibir, ver y sentir. Cuando la mente se ha desarrollado y se ha
liberado de los velos de la ofuscación, el egocentrismo, el
entendimiento incorrecto, la avaricia, el odio y las tendencias nocivas, da por resultado la lucidez y la compasión, la mente equilibrada y la
palabra justa, el proceder correcto y el sentimiento de unidad. La
Sabiduría libera, ilumina, otorga máximo sosiego a la mente y humaniza.
Una vez más 'recordemos' el antiguo adagio que reza: "No basta con pronunciar la palabra luz para que la lámpara se encienda".
Hay que encenderla. No basta igualmente querer obtener la Sabiduría y
alcanzar Moksha, sino que hay que poner los medios para que eso sea
posible, del mismo modo que una persona 'necesita' una balsa para pasar de
una a otra orilla de un caudaloso río. Para llegar al objetivo se
requiere un vehículo; para que pueda ser ganado Moksha son imprescindible
unos medios.
No hay Moskha sin sadhana, como no hay escultura si
el escultor no 'esculpe' el bloque de mármol, aunque en éste ya esté en
potencia la escultura. Sadhana es disciplina espiritual, método,
conjunto de técnicas para ir transformando la mente, procedimientos para
hacer posible el autoconocimiento y la realización de sí. Sadhana es
trabajo interior, la senda a recorrer para 'desplazarnos' de la mente
ofuscada a la mente iluminada, de lo aparente a lo real. Sadhana es la
vía hacia la naturaleza real en 'uno mismo', y que 'nos' hace entrenar la
mente para liberarla de entendimiento incorrecto y falsos puntos de
vista, para que surja la transformativa y liberadora visión clara.
Sadhana es la balsa que 'nos' traslada de la orilla de la servidumbre a la
de la libertad. Es adiestramiento mental y espiritual, es yoga o
método. Es entrenamiento para salir de 'nuestro' profundo sueño
psicológico, de 'nuestra' hipnosis, y despertar a una dimensión de
consciencia infinitamente más elevada. El sadhana comporta:
- Entrenamiento ético.
- Entrenamiento mental.
- Entrenamiento para el desarrollo de la sabiduría.
La
disciplina genuinamente ética consiste en poner los medios para que los
otros eres vivientes 'sean' felices y 'evitarles' cualquier sufrimiento.
La
disciplina mental estriba en una serie de ejercicios y actitudes para
lograr la evolución de la consciencia, entre los que se encuentra la
meditación, la purificación del discernimiento y la atención serena aquí
y ahora.
La disciplina del desarrollo de la Sabiduría conlleva
poner en marcha todos los recursos constructivos de la mente para que
pueda eclosionar esa energía de precisión, claridad, cordura e intuición
que permita ver las cosas como son, más allá de los velos de la mente,
tales como el ego, la imaginación incontrolada, las memorias y
acumulaciones, los enfoques perturbados y las tendencias subyacentes.
El
sadhana hace posible la alquimia interior para transmutarse y
evolucionar. Sin sadhana uno 'se' extravía, 'se' torna un diletante, 'se' deja
ganar por la abulia o la holgazanería. El sadhana es imprescindible y
comporta esfuerzo consciente y bien dirigido. Buda 'declaró': "No 'conozco' nada tan poderoso como el esfuerzo para vencer la pereza y la apatía".
Los que 'dicen' que no es necesario el esfuerzo o 'mienten' intencionadamente o no 'han' comprendido la senda de la verdadera
autorrealización. Hasta los seres más realizados 'han' tenido que hacerlo.
La gracia no viene gratuitamente de afuera; está dentro de uno y hay
que actualizarla.
El sadhana es un entrenamiento integral que se
ejerce sobre el cuerpo, la mente, las emociones y el comportamiento.
Moksha no viene por sí solo; se gana. Uno 'se' convierte en el artífice de 'su' propia evolución. El sadhana hace posible la evolución de la
consciencia y que la persona 'vaya' accediendo a dimensiones de la misma
iluminadas por la lucidez y la compasión.
En ese precioso texto que es el Dhammapada, 'podemos' leer:
"Quien
no 'se' esfuerza cuando llega el momento de hacerlo; quien, aunque joven y
fuerte, 'es' perezoso, aquel cuyos pensamientos son descuidados y
ociosos, no 'ganará' la sabiduría que lleva al Sendero"."
(Ramiro Calle, Director del Centro Sadhak, www.ramirocalle.com)
(Fuente: www.espaciohumano.com)