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"No era fácil. Las fantasías nunca son fáciles. Pero estaba decidida a viajar todo lo posible. Tuve mi empresa. Fui una mujer de éxito. Mis jóvenes amantes me llenaban.
Viajé. Viajé. Viajé. Un montón de imágenes lo atestiguan.
Mis dos hijos son buenos profesionales. El camino de sus carreras fue llano. Ahora viven en el extranjero y me envían lindos mensajes de texto para mi cumpleaños.
No soy bella, pero el dinero (¡qué cosas!) hace que lo parezca. A veces me desespero delante del espejo y parece que algo falla, que la línea no sale como quiero, que esa arruga es más prominente cada día.
A veces me desespero, sí, y no sé qué hacer, hacia dónde mirar, en qué apoyarme. Mi empresa funciona desde hace tiempo por sí sola y los años pasan rápido. Este invierno toca Bali. Qué temperatura, verano perpetuo.
Tengo ya una edad. Soy una mujer afortunada. Poseo todo lo que quiero, pero lo más importante, algo invisible, no sé, parece volar por su cuenta, como inasible.
A estas alturas de la vida, pienso que el viaje más especial a realizar, que la aventura que más llena, que la más interesante, no se puede comprar con dinero, que solo, como mucho, se puede atisbar desde la distancia. Qué cosas."
(Braddha Bala)
(Fuente imagen: Julia Dorado. my.opera.com)