"Esta
es la diferencia entre el niño y el sabio. Adán (hombre base) ‘es’
el niño, Cristo (ser despierto) ‘es’ el sabio. Los dos ‘se’
parecen y, sin embargo, ‘son’ muy distintos. Hay algo similar en
ellos, pero también algo totalmente diferente. ‘Son’ similares
en inocencia pero muy desiguales en consciencia, en luminosidad.
‘Puedes’ llamar “naturaleza” al primer estado y “Dios” al
segundo. Cuando la naturaleza alcanza ‘su’ realización, ‘se’
transforma en ‘Dios’. Cuando la naturaleza ‘se’ reconoce a
‘sí misma’, ‘se’ convierte en ‘Dios’.”
(Osho)