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lunes, 12 de diciembre de 2011

¿Seres humanos?

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Un ser humano no lo es por el hecho de haber nacido con tal calificación. La humanidad es una cualidad que se demuestra andando. Muchos humanos todavía no han pasado del nivel de la pura mezquindad. Y así mueren, sin darse cuenta de que la vida es una historia de amor y compasión entre todos los seres.

Abandonan y matan a perros de caza para ahorrar dinero

Perros de caza.
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Atados en medio del bosque o hacinados en naves industriales, heridos gravemente por jabalíes y sufriendo malos tratos continuamente. Así viven centenares de perros de caza en Cataluña. Según denuncian las protectoras, sus propietarios les pegan un tiro antes que llevarlos al veterinario, así se ahorran unos 400 euros. No hace falta decir que esta forma de proceder es ilegal.

No se trata de casos aislados, sino de un comportamiento que se repite en todo el territorio y desde hace años, según la Fundació Altarriba. Esta entidad denunció a un cazador de la Noguera que tenía unos 50 perros atados a tan sólo un metro del suelo, una práctica ilegal. Dos años después, a la protectora le consta que el propietario sigue haciendo lo mismo y que "las denuncias no han pasado de los agentes rurales". En otros casos, los perros de caza pasan los días encerrados y atados en naves industriales, a oscuras. Una práctica prohibida porque supone un maltrato a los animales.
Hace tan sólo unos días, las protectoras denunciaron el caso de 20 perros de caza encerrados en malas condiciones, en Tarragona. Tras presentar la demanda, "hicieron desaparecer a los animales", que siguen en paradero desconocido, según Yolanda Valbuena, vicepresidenta de la Comissió Interlocutora de Protectores d’Animals de Catalunya (CIPAC), que reúne a unas 60 entidades.

"El tiro es gratis"

Los perros usados para cazar a menudo sufren heridas. Curarles supone un gasto, entre 300 y 400 euros, y matarles de forma legal, unos 150 euros. Para ahorrarse este dinero, algunos cazadores optan por la vía rápida: "el tiro es gratis", lamenta Valbuena.
En muchos casos, los perros no llevan el chip que permite comprobar quién es su propietario, así que es muy difícil exigir responsabilidades. Las protectoras aseguran que los cazadores ponen a prueba a los animales; si no sirven, se deshacen de ellos. La CIPAC calcula que siete de cada diez animales que ingresan en las perreras provienen de la caza.

(Fuente: 20minutos.es)