"Todas las relaciones -casi todas, las excepciones se pueden olvidar, se pueden descontar- son horribles. Al principio son maravillosas; al principio, 'tú' no muestras la realidad sino que finges. Una vez que la relación se asienta y 'te' relajas, empieza a rezumar 'tu' conflicto interior y se empieza a reflejar en 'tu' relación. Entonces comienza la lucha, surgen mil maneras de molestar al otro, de destruir al otro.
Hay personas que se 'me' acercan y 'me' preguntan cómo profundizar en una relación. 'Yo' les contesto: "Primero, profundiza en la meditación." Mientras no hayas resuelto los problemas que hay en 'tu' interior, crearás más problemas de los que ya 'tienes'. Cuando 'estás' teniendo una relación, todos los problemas se multiplican. No 'tienes' más que observar, lo más maravilloso del mundo es el amor, sin embargo, ¿puedes encontrar algo más horrible, algo que cree más conflictos?"
(Osho)