La Verdad
La verdad entra por una oreja y sale por la otra.
Si no fuera verdad, sería ampliamente aceptada y difundida.
La verdad hace dudar siempre, porque pone en jaque al individuo.
Por eso la mayoría de personas, cuando 'oye' la verdad o lo auténtico, 'se echa' a reír y, sencillamente, lo 'desprecia', de un modo u otro. Si la verdad fuese una mentira, tendría fácil acomodo en las cabezas de la gente.
La verdad es un ave con dos alas, una es el discernimiento y la otra el desapego. Si al ave le falta una de ellas, cae irremisiblemente al suelo, incapaz de sostenerse en el aire.
La verdad ama la calma, el sosiego, porque solo en la calma y el sosiego es posible ver en la transparencia del existir.
Sin embargo, este mundo o sistema de cosas que impera en la actualidad, ama el caos, el bullicio, la prisa, la evasión, el no pensar... porque si pensase realmente, si lo hiciera aunque solo fuese por un segundo, se daría de cabezazos contra un muro, por lo absurdo de su modo de operar.
La verdad da besitos en el rostro e ilumina una bella senda que conduce al sano hogar. Mas, la locura tiene mejor acogida, muchos más adeptos, porque promete luces y felicidades aunque al cabo sean de cartón piedra.
La verdad, aunque la mayoría lo 'ignore', es eso llamado 'Dios', lo que realmente da vida y sentido al individuo, 'su' esencia fundamental.
(Braddha Bala)