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jueves, 22 de febrero de 2018

Siempre quise ser un hombre





De veras que sí, siempre quise ser un hombre, con barba y vello en el pecho, y con miembro viril también, para saber cómo se vive así, siendo más alto, más fuerte, más áspero, y ligando.

Siempre quise ser un hombre, una roca, una firmeza que resuelve los problemas, una sonrisa dura, una piel dura, una mirada hosca. Hummm.

Me apetecía probarlo, saber qué se siente, aunque solo fuese por un día. Así, sin que nadie lo supiese. 
Dejaría escrito en una nota "Vuelvo pasado mañana, amor. Espero que te desenvuelvas bien en casa, tú solito. Un beso. Karen"

Lo tengo apuntado en la agenda, el hacerlo algún día, el no ser el papel que parece que me han dado y que debo a la fuerza asumir; el papel de la novia, de la esposa, de la madre, de la segundona, de la más débil y baja.

Lo tengo apuntado, sí. Dedicaría ese, mi día, en ser totalmente distinta, en tener una mente diferente, no esa que un día asumí. Dedicaría mi día como hombre a realmente intentar ser yo misma, sin las caretas que acepté porque me hicieron aceptarlas.
Dedicaría mi tiempo como hombre a ver el mundo desde otra órbita. Quizá entonces me llevase muchas sorpresas. Así, sin caretas, ni papeles a interpretar.



(Braddha Bala)
(Fuente imagen: Frank & Steff Bayh & Rosenberger-Ochs. See.Me)