Estás tan habituado a ello, que ya lo consideras normal.
Te rodea por todas partes. Has hecho de ello tu hogar. Incluso ya te encuentras bien cómodo con las cosas montadas de esta manera.
Sonríes. Vas al bar. Al verano a la playa. En invierno te abrigas. Sonríes. Estás seguro. Tienes un sueldo. Estás construyendo una jubilación. Estás levantando una casa, una familia, un castillo. Les estás proporcionando a tus hijos un futuro mejor.
Te rodea por todas partes. La sueles pisar a diario. Incluso te la dan en los supermercados, en la tele, en la política.
Al final, de tan imbuida, de tanto rodearte, te acaba fagocitando, y un día te miras al espejo e, increíblemente sin sorpresa, ves que te has transformado en ella.
Sí, en el fondo es lo que te gusta hacer. Estás cómodo así. Te han convencido de ello de tanto suministrártela.
(Braddha Bala)
(Fuente imagen: mejorconsalud.com)