"Ahí construí mi cárcel de altos muros. En ella me instalé plácidamente, sujeto a cargas, a hipotecas, a normas.
La llamé "mi casa" y sonreí.
En ella conformé una familia. Di todo por ella, por mi familia. Intenté encarrilar a los hijos. No hubo forma, fueron rebeldes e hicieron finalmente lo que se les antojó.
Mi mujer me abandonó por otro con el que se veía a escondidas. Dijo "Ya no me interesas".
En esa cárcel de altos muros envejecí, solo y algo o bastante contrariado. Pero esa casa era mi vida, mi esfuerzo, mi proyecto, todo yo.
Luché por ella, me até a ella, me identifiqué con esas piedras, con ese jardín, con esa verja y esos muros que me encerraban.
De aquí pasaré seguramente a otra casa, algo más pequeña y silenciosa, es cierto, hecha de cenizas y polvo."
(Braddha Bala)
(Fuente imagen: erasmusu.com)