"No lo sabes bien. Te espero entre tanta confusión, entre tanta noche, entre tanto subterfugio para no verte, para huir en realidad de ti.
Te espero mientras duermo, mientras bailo, mientras vivo, mientras lloro o abrazo.
Te espero sin saber, con indefinida ansia.
Amo lo que eres, lo que representas, lo que palpita en ti. Amo tu rostro, tus maneras, tu sempiterna canción invisible. Amo tu sonrisa, tu paciencia, e incluso tus lecciones. Son éstas duras, casi imposibles a veces.
Te espero como un noctámbulo aguarda fijo en la Luna, o como un soñador que anhela la realización de sus sueños.
Te amo como un demente, con toda la carne en el asador. Te amo mientras sueño, sí, mientras vivo, mientras incluso muero.
No te veo, no te oigo, pero sé que estás ahí, silencioso, tras un visillo, dispuesto a recogerme si me ves caer. Siempre en segundo plano, pero siempre, a la vez, presente en el alma de las cosas.
Sé que lo eres todo y que solo la nube de confusión que me cierne es lo único que nos separa.
Ruego porque esta nube sea cada vez más fina, hasta que desaparezca por completo.
Entonces, solo entonces, ya no habrán diferencias entre nosotros."
(Braddha Bala)
(Fuente imagen: Kory Useda Bojorge. El Sendero del ZEN FB)