Al MEDITAR, automáticamente el mundo ilusorio cae, deja de ser; entonces es posible ver con claridad, sin la ofuscación de la mente revuelta de siempre y del ego que la acompaña como una sombra.
Al MEDITAR (adecuadamente), tanto la mente como el ego dejan de ser, caen como un velo que estorbaba. Entonces, el meditador 've' realmente, con verdaderos ojos y verdadera mente, con una mente superior libre de apegos y oscuridades. Esto es el NIRVANA, instalarse en esta visión, en este nuevo estado.
(AABB)
(Fuente imagen: Raúl Andrés Salfate FB 15)